Comisión del Congreso declara de interés nacional la creación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología, en respuesta al clamor de la comunidad científica y la ciudadanía digital.
En un contexto global donde el conocimiento es el principal motor de desarrollo, el Perú ha dado un paso crucial al aprobar el dictamen que propone la creación de Ministerio de Ciencia. La decisión fue tomada por la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso de la República, presidida por el congresista Alfredo Pariona Sinche, con 7 votos a favor, 3 en contra y 2 abstenciones.
"Muchas gracias a Gobierno Digital Online, que desde su espacio también ha contribuido a este proyecto”, enfatizó el congresista Alfredo Pariona, tras la aprobación del dictamen de los proyectos de ley 8351, 8825, 9454 y 10100, que declaran de interés nacional y necesidad pública la creación de este nuevo ministerio, que busca dar un marco institucional sólido y articulado a la política científica y tecnológica del país.
“El Congreso está dispuesto a dar el primer paso para fortalecer la ciencia. Esta es una señal clara para los jóvenes científicos del país”, expresó el congresista Pariona Sinche, marcando un precedente político en la historia reciente del Perú.
¿Por qué un Ministerio de Ciencia ahora?
La necesidad de un MCTI no es nueva. Por décadas, la comunidad científica, universidades públicas y privadas, organizaciones como Gobierno Digital Online, colectivos tecnológicos y movimientos ciudadanos han demandado una institución de alto nivel que articule los esfuerzos fragmentados que hoy existen en ciencia, tecnología e innovación (CTI).
Actualmente, el Perú invierte menos del 0.2% de su PBI en CTI, muy por debajo del estándar recomendado por la UNESCO (1%). Esta falta de inversión y visión estratégica ha generado:
Fuga de cerebros: jóvenes talentos migran a países que valoran y financian la investigación.
Fragmentación institucional: múltiples entidades con funciones duplicadas y sin coordinación.
Ausencia de políticas de innovación regionales: centralismo que margina a investigadores fuera de Lima.
Dependencia tecnológica crónica: importación de tecnologías sin capacidad nacional para desarrollarlas o adaptarlas.
El nuevo ministerio resolvería estos problemas estructurales, proponiendo una visión moderna y descentralizada para liderar los retos científicos y digitales del siglo XXI.
Implicancias estratégicas del nuevo ministerio
Fortalecimiento del sistema de CTI: El MCTI tendrá la capacidad de planificar, financiar y supervisar proyectos estratégicos de investigación y desarrollo (I+D), así como establecer una política nacional coherente de ciencia y tecnología a largo plazo.
Articulación público–privado–académico: Permitirá una interacción más efectiva entre universidades, centros de investigación, empresas innovadoras y gobiernos locales. Esto facilitará la transferencia tecnológica, la incubación de startups científicas y el desarrollo de ecosistemas de innovación regionales.
Formación de talento humano: El ministerio podrá impulsar becas, programas de retorno de investigadores, redes de jóvenes científicos, institutos tecnológicos y educación STEM en colegios, con una mirada descentralizada y socialmente inclusiva.
Soberanía digital y científica: En tiempos donde el uso de la Inteligencia Artificial, la biotecnología y los datos masivos impactan todas las dimensiones de la vida, contar con capacidades propias para regular, entender y desarrollar tecnología con enfoque nacional es una cuestión de soberanía.
Perspectiva regional: Perú sigue la ruta de otros países líderes
El Perú se suma así a una tendencia creciente en América Latina: Brasil, Argentina, México, Colombia y Chile ya cuentan con ministerios o secretarías especializadas en ciencia e innovación, que les han permitido mejorar sus indicadores de desarrollo humano, productividad y resiliencia frente a crisis.
En un mundo cada vez más interconectado, el conocimiento es poder. La creación de un Ministerio de Ciencia posiciona al Perú como un actor serio y comprometido con su propio destino.
Para la comunidad científica: una oportunidad histórica
Este dictamen es también una victoria simbólica para cientos de investigadores, tecnólogos y académicos que por años han levantado su voz desde laboratorios, aulas universitarias, foros ciudadanos y congresos científicos.
Ahora, la ciencia tiene la oportunidad de estar en el centro de las decisiones del Estado, y no en los márgenes. Pero este logro requiere vigilancia, participación y propuestas concretas desde la propia comunidad científica.
Para los ciudadanos digitales: la era del conocimiento participativo
El nuevo ministerio no solo beneficiará a científicos. Cada ciudadano digital, cada joven emprendedor, cada docente innovador, cada madre o padre que quiere un futuro mejor para sus hijos, está llamado a apoyar esta transformación.
La tecnología ya no es un lujo. Es una necesidad para garantizar salud, educación, empleo, seguridad y sostenibilidad. Y ahora el Estado podrá liderar este cambio desde una nueva institucionalidad moderna, inclusiva y audaz.
Próximos pasos: rumbo al Pleno del Congreso
El dictamen aprobado en comisión será elevado al Pleno del Congreso, donde deberá ser debatido y votado. En esta etapa, el apoyo ciudadano y político será clave para que el sueño del Ministerio de Ciencia se convierta en una política de Estado real y sostenible.
Conclusión: un cambio estructural con impacto generacional
Este avance legislativo marca un punto de inflexión. No se trata solo de una nueva institución, sino de un cambio de mentalidad y visión de país. La ciencia, la tecnología y la innovación ya no deben ser vistas como sectores marginales, sino como ejes fundamentales de nuestra soberanía, democracia y bienestar.
Si apoyas esta causa, comparte esta noticia y exige que el Congreso apruebe el ministerio en el Pleno. El Perú científico y digital lo necesita.
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