La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha anunciado el inicio de un proyecto piloto de voto digital que incluirá a más de 2 millones de ciudadanos pertenecientes a 11 sectores priorizados, como las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, Bomberos, peruanos en el extranjero, entre otros.
Este piloto representa un paso importante hacia la modernización del sistema electoral, pero también implica desafíos críticos en cuanto a seguridad digital y confianza pública. Como señaló el jefe de la ONPE, Piero Corvetto:
“Si este sistema no garantiza el secreto, no se puede usar, porque la Constitución es muy clara: el voto es secreto”.
Para garantizar la integridad del proceso electoral, la ONPE ha señalado que el sistema digital contará con mecanismos de seguridad tecnológica con estándares internacionales, y estará protegido contra phishing, ciberataques y otros riesgos digitales. Entre las tecnologías clave destacan:
Cifrado de extremo a extremo
Este mecanismo asegura que el voto sea cifrado desde el dispositivo del ciudadano y solo pueda ser descifrado por el sistema autorizado de la ONPE. Durante su transmisión, ni operadores, ni proveedores tecnológicos, ni atacantes externos pueden leer, modificar o interceptar el contenido del voto.
Redes mixnet para anonimizar los votos
Una red mixnet es un sistema que reordena y mezcla los votos cifrados antes del conteo, de forma que se rompe cualquier vínculo entre el votante y su voto, incluso si alguien intentara rastrear los datos transmitidos.
Aunque alguien accediera a la información cifrada, no podría identificar quién votó por qué opción. Este nivel de anonimato es crucial para cumplir con el mandato constitucional de que el voto sea secreto y para proteger a los votantes frente a represalias, presiones o amenazas.
Tecnología blockchain para registrar resultados inalterables
La blockchain es una tecnología que funciona como un registro digital público y seguro, diseñado para almacenar información de manera transparente, descentralizada e inalterable. En el contexto del voto digital, cada sufragio será registrado como una transacción en un bloque, y ese bloque formará parte de una cadena de datos conectados entre sí.
A diferencia de los sistemas tradicionales, donde la información se guarda en un servidor central (vulnerable a manipulaciones), la blockchain distribuye los datos entre múltiples computadoras que validan colectivamente cada voto y garantizan su integridad. Si alguien intentara modificar un resultado, el sistema lo detectaría de inmediato, dejando una evidencia visible de manipulación, creando una cadena inalterable.
El voto digital representa un gran avance en términos de inclusión y accesibilidad, especialmente para peruanos en el extranjero y personal que cumple funciones clave el día de la elección. Con más de 2 millones de votos en juego, este piloto es una prueba decisiva para el futuro de las elecciones en el país. Su éxito dependerá de que se apliquen de forma rigurosa los estándares internacionales de ciberseguridad y se respete a cabalidad el principio constitucional del secreto del voto.
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