30 octubre, 2025

En el mundo actual, las ideas se mueven más rápido que las leyes. Muchas veces, una empresa desarrolla una solución que podría beneficiar a millones, pero las normas vigentes, escritas en un contexto distinto, detienen la idea. 

Para enfrentar este desafío, surge una herramienta que permite innovar sin dejar de proteger al ciudadano: el sandbox regulatorio

Un espacio de prueba seguro
El sandbox es un entorno controlado donde las empresas pueden probar innovaciones sin aplicar de inmediato toda la carga regulatoria tradicional, pero con reglas claras bajo supervisión directa del Estado. Funciona como un arenero para niños en el parque, seguro pero con límites.

Aprender desde la práctica y reducir el miedo a innovar
El sandbox beneficia tanto a empresas como a instituciones. Permite que las empresas prueben nuevas ideas y tecnologías en situaciones reales y al mismo tiempo, las entidades reguladoras usen esos resultados para mejorar las reglas. De esta forma, las empresas pueden crear e implementar nuevas soluciones sin el temor de ser detenidas por normas que todavía no se han adaptado a los cambios.

Modelos internacionales de sandboxing
Países como Corea del Sur suspenden temporalmente ciertas leyes para probar soluciones innovadoras y, si resultan efectivas, actualizan la normativa. En la Unión Europea, la innovación también es impulsada, pero siempre garantizando la protección del ciudadano, incluso durante las fases de prueba. Ambos modelos demuestran que es posible fomentar la innovación sin perder el control ni comprometer la seguridad de las personas.

Claves para un sandbox exitoso
Para que un sandbox funcione, necesita una estructura clara y transparente. Esto incluye definir quiénes pueden participar, qué normas pueden flexibilizarse y cuáles deben mantenerse, establecer medidas de protección para los usuarios, y contar con un plan de salida que determine si la solución puede ampliarse o requiere mejoras. Además, los resultados deben difundirse públicamente para compartir aprendizajes y fortalecer la confianza en el proceso.


Yape: ejemplo de modernización financiera con sandboxing
Gracias al sandbox, Yape pudo probar su innovación como billetera digital, que permite transferencias rápidas y pagos a comercios mediante número de teléfono, cuentas bancarias o tarjetas de débito del BCP. La aplicación se expandió a zonas rurales, garantizando seguridad y validando soluciones tecnológicas que facilitan el acceso a servicios financieros.

El sandbox regulatorio no es una zona libre de reglas, sino una forma moderna de acercar la ley a la realidad. Es una estrategia para cerrar la brecha entre el avance tecnológico y la capacidad de respuesta del Estado, y en un país como Perú, un sandbox bien implementado puede ser mucho más que una prueba: puede ser el punto de partida de una transformación real.


Ana Juarez    Ana Juarez Loayza
 Directora de Prensa

 Gobierno Digital Online

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